En Que Creemos

Creemos que cada palabra en la Biblia es inspirada por Dios y por lo tanto sin error; la utilizamos como guía para nuestra vida diaria.

Creemos que Jesucristo, el Hijo unigénito de Dios, se convirtió en Hombre sin dejar de ser Dios a través de su concepción por el Espíritu Santo y su vida sin pecado. Él voluntariamente pago por nuestros pecados muriendo en la cruz en nuestro lugar, así logrando salvación para todo aquel que en Él confían. Se levantó entre los muertos al tercer día; ascendió al cielo y se sentó a la diestra del Padre, donde continuamente intercede por nosotros.

Creemos que hay un solo Dios verdadero y soberano, que existe eternamente en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, cada uno de los cuales posee el mismo poder y autoridad.

 Creemos que el Espíritu Santo ha venido al mundo para revelar y glorificar a Cristo y asegurar nuestra relación con Él. Él convicta a la gente de sus pecados y necesidad de Cristo. Él nos consuela, bautiza, imparte dones espirituales y habita en nosotros hasta el día de su venida.

 Creemos que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, pero cayó en pecado a través de la desobediencia, por lo tanto, trajo a toda la humanidad bajo condenación y separación de Dios. Es solo a través de Jesús que el hombre puede tener una nueva relación con Dios.

Creemos que la salvación es un regalo inmerecido de Dios recibido sólo a través de la sangre de Jesucristo, quien fue el sustituto del pecado del hombre. Este regalo es dado sin condición alguna para todos aquellos que creen en la muerte y resurrección de Jesús y lo recibe como Señor y Salvador de su vida.

 Creemos en el inminente regreso de Cristo por su Iglesia, el estado eterno de castigo, llamado infierno, para los no salvos y el estado eterno de bendición, llamado cielo, para los salvos.

 Creemos que es la responsabilidad de cada creyente identificarse y congregarse en una iglesia local para la edificación de su vida espiritual.